EL FASCISMO DE LA POSESIÓN INMEDIATA
Rafael Argullol, nacido en Barcelona en 1949, es un notable escritor y filósofo. Escribe en diferentes ámbitos literarios (poesía, novela y ensayo). Entre sus publicaciones destacan El héroe y El único.
En el texto nos advierte de los peligros de la posesión inmediata. Nos hace ver que en la actualidad existen varias definiciones de fascismo; como manera de descalificar a un rival, como sinónimo de barbarie, etc. No es el fascismo “corriente” el que preocupa al autor, sino la tendencia actual, más común entre la juventud, de buscar la felicidad, el amor o la plenitud siguiendo el camino más fácil e insustancial.
El autor destaca una máxima común entre el antiguo fascismo y el nuevo: “la búsqueda de lo que deseamos lo justifica todo”. Esta doctrina afecta especialmente al adolescente, debido a su juventud e impaciencia. Este sujeto es captado por el capitalismo, que promueve la exaltación y el exhibicionismo de la codicia (comprar y poseer). Un ejemplo de esto es la pornografía, a la que el adolescente opta por ser la opción más fácil, desbancando así al erotismo y a la aventura.
El incivismo, el acoso escolar, la violencia y otros crímenes han sido animados por la nueva cultura del odio que se ha extendido debido a la falta de denuncia de profesores y padres de familia, convirtiéndolos en cómplices. Pero sobretodo la mayor parte de la culpa se la echa a la falta de autoridad.
Según Rafael, no basta con atacar el problema desde el enfoque educativo, sino que es necesario dar ejemplo y no enseñar a capturar rápido el botín y a no tomarlo todo con prontitud porque nadie te va a pedir cuentas por ello, ya que esto es lo que se le enseña de manera inconsciente a la juventud.
Debemos derrocar la idea de que la vida es un botín de guerra que se debe tomar inmediatamente, sin pensar en las consecuencias y empezar a verla como lo que es, un derecho inherente para todos.
En definitiva, el autor intenta decirnos que debemos cambiar nuestra manera de educar al adolescente para que así éste no destruya el bienestar que la sociedad intentaba construir.